¿Quién no se ha despertado alguna vez con dolor en la mandíbula o en los dientes?
Un dolor que reaparece durante el día al bostezar o al comer. Quizás estas molestias son acompañadas de zumbidos en los oídos, dolor cervical, #cefaleas y desgaste dental. Pues bien, si esto te sucede continuamente, es probable que tengas #bruxismo.
¿No sabes lo que es? A continuación te lo explicamos y te diremos cómo detectarlo y tratarlo.
El bruxismo es una patología psico-neuro-muscular involuntaria, que consiste en apretar, rechinar y masticar con los #dientes, generalmente por la noche, sin ningún propósito funcional, salvo el de descargar tensión acumulada.
Se estima que 3 de cada 10 personas son bruxistas crónicas y que un 100% puede sufrirlo en algún momento de su vida. Es ligeramente más frecuente en mujeres.
Hay que saber que lo normal es que los dientes estén en contacto de 4 a 10 minutos al día. Alguien que padezca bruxismo puede llegar a hacerlo durante 4h.
Cuando hablamos de las causas de ésta patología hemos de diferenciar factores físicos y psíquicos que generan este proceso involuntario, entre los que incluimos el estrés, trastornos del sueño, ansiedad, depresión, mala oclusión dental, malos hábitos posturales y causas neurológicas como puede ser la esclerosis múltiple.
El diagnóstico de esta afección lo realizará principalmente el #dentista, que observará un aumento del desgaste dental y de la tensión de la musculatura facial y mandibular. El profesional indicará si es pertinente colocar una férula de descarga, la cual debemos saber que tiene un papel paliativo, ya que no acabará con el bruxismo, pero si evitará que el desgaste dental avance y ayudará a que disminuya la carga muscular.
El bruxismo puede entenderse como una señal de acumulación de estrés o ansiedad que estamos padeciendo día a día. Es bueno que junto al tratamiento enfocado a mejorar la musculatura incluyamos distintas maneras de liberar el estrés o ansiedad (a través de todo aquello que cree endorfinas: practicar deporte, técnicas de relajación, comer chocolate, reírse, etc…) ya que si no tratamos este factor emocional, no acabaremos con el problema.
Ahora os facilitamos algunos ejercicios que es conveniente realizar a diario para relajar la musculatura de la zona afectada. Los movimientos deben ser lentos y la fuerza aplicada debe ser siempre por debajo del dolor. Para realizar los puntos de presión utilizaremos los dedos índice y corazón. Realizar cada ejercicio 10 veces.
Suave masaje con los dedos dibujando círculos sobre la musculatura que está justo por encima del hueso de la mandíbula, hasta llegar al pómulo.
Realizar presiones de 20”-30” sobre los puntos dolorosos de la musculatura trabajada anteriormente.
Realizar presiones de 1min, ligeramente, por encima del pómulo y por debajo de la sien.
4. Abrir la boca todo lo que podamos durante 5 segundos y descansar al cerrarla otros 5.
5. Llevar la mandíbula inferior de izquierda a derecha, y de derecha izquierda.
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